martes, 27 de marzo de 2007

EL MISMO PERRO...Y EL MISMO COLLAR



"LA PANTOMIMA DEL PROCESO DE PAZ VASCO"

¿Seguirá Conde Pumpido acusando a la oposición de sacar a los "falangistas" a la calle? ¿Y los terroristas?

viernes, 23 de marzo de 2007

LA MANO INVISIBLE...



Una de las razones por las que Jung cejó en su empeño por continuar trabajando con la psicología experimental, fue el hallazgo, casi matemático, de que en ella, uno encuentra lo que busca. Semejante ecuación puede ser extensible a diversas ciencias humanas que, al margen de la realidad, son acatadas casi como ciencias infusas. De tal suerte cojea –por ejemplo- la jurisprudencia, que lejos de ser imparcial y acendrada, se halla pertrechada de toda clase de trampas y ases bajo la manga, a fin de ser orientada en casos de necesidad política por unos leguleyos inverecundos y al servicio de los leones.

A fuerza de martingalas y maniobras encubiertas por el Tribunal, el estandarte del terrorismo, Arnaldo Otegi, ha sabido cruzar el río tanteando las piedras. La sentencia se mostraba diáfana y concisa al recoger que existía “prueba de cargo directa y suficiente” contra él. Sin embargo, los leguleyos de turno han sabido exonerar al bueno –casi Santo- de Otegi, e incluso el Tribunal de la Audiencia Nacional ha visto ocasión de añadir a su panoplia de armas la bernardina de que, si no fuera por la Fiscalía, contaríamos con la condena de Otegi por enaltecimiento del terrorismo como un acto irreversible. Ahí duele y ahí se vislumbra el problema. Ya lo vimos con el caso De Juana: no es la causa en sí lo que importa, sino el efecto. No importa que Otegi sea condenado tal y como debería ser de acuerdo a la Ley, o que Iñaki De Juana siguiera con su astracanada particular, sino que es el “qué vendrá” lo que preocupa. Se trata de un mecanismo de seguridad, un movimiento estratégico por parte de Zapatero y su cohorte de guerreros con soldada para abrir y escardar la estrada hasta que las urnas lo requieran. De esta manera, el ignominioso proceso de rendición está destinado a permanecer, como un homúnculo en el alambique, a la espera de que ambas partes alcancen sus objetivos políticos, aun quedando a kilómetros de la propia legitimidad del sistema democrático.

Queda en evidencia con estos movimientos preventivos por parte de la Fiscalía, que las fieras del terrorismo no se encuentran tan domesticadas como quieren hacernos ver. No hay más que palabrería huera en las arengas y soflamas de ETA-Batasuna a la luz de los hechos y visto cómo siguen siendo de los de "a Dios rogando y con el mazo dando". Así, hay que ser muy duchos en estas lides para hacernos tragar con semejantes patrañas, y el Gobierno –en honor a la verdad- lo está siendo. Tanto, tanto, que gran parte de la sociedad no está dispuesta a sacar los pies del tiesto y sí seguir, como perritos falderos, los pasos de un Presidente obnubilado y neurótico que está dispuesto a todo con tal de perpetuarse en el poder.

Conviene advertir –y no olvidar- que estos terroristas y sus maquillados fautores siguen siendo lo que son por mucho que la retórica zapateril trate de vendernos lo contrario; al igual que sabemos que los últimos informes policiales incautados a ETA, advierten que ésta sigue formando a jóvenes terroristas, al tiempo que continúa la extorsión a empresarios vascos. Ése –y no otro- es el talante de aquellos que se llenan la boca preconizando la paz y la democracia.

Más de lo mismo…Al PSOE el terrorismo le suena a chiste. No olvidemos que han sido compañeros de clase durante muchos de los años de su sangrienta historia.

Los cangilones de la noria seguirán girando a toda brida hasta llevarnos al huerto de sus querencias. Si no contamos ni siquiera con la justicia, ¿qué nos cabe esperar? Ellos son los que encuentran lo que buscan…

miércoles, 21 de marzo de 2007

UN MUNDO FELIZ...



Ni siquiera una vieja sibila podría haber calculado con tan escaso margen de error –ninguno- lo que la mitad de los españoles sabíamos que ocurría en cuestiones de días tras la manifestación del 10 de Marzo contra las cesiones –y concesiones- del Gobierno de Zapatero a los terroristas vascos.

Después del fárrago de tonterías espetado por la progresía más moralizante de nuestro país, llegó el momento de que el tejemaneje izquierdista se lanzase de nuevo a la calle en gigantescas hordas para defender con una mano los derechos humanos y con la otra encomiar la figura de su máximo destructor: comunismo y republicanismo. Visto y no visto. La misma contradicción de ver cómo un socialista acusa a otro partido de golpista, siendo ellos mismos los máximos representantes del golpismo en España y habiendo dado sus primeros coletazos de vida como una leva de daga pronta; o ver a Zapatero declararse feminista mientras promueve una religión en la que el maltrato a la mujer es bienquisto, y trata de borrar del mapa a la religión cristiana, mayoritaria y arraigada a nuestras costumbres inclusive.

Lo cierto es que el rebullido de los filisteos comunistas y socialistas llega a destiempo y en mal momento. Han vuelto a utilizar la Guerra de Irak como hoja de parra en el canasto para así conservar indeleble su esencia indecorosa y altanera. Se olvidan –la amnesia, ese mal endémico del izquierdismo…- de que el apoyo de España a la guerra de Irak no fue más que el envío de una fragata que, para más pecado, llegó al Puerto de Basora el mismo día en el que caía la estatua de Saddam. Nada que ver con los buques escolta que está enviando Zapatero para colaborar con los norteamericanos o los miles de soldados españoles que van a la guerra en Afganistán. Sí, sí, guerra, con todas sus letras, nada de eufemismos. Pero es evidente que se ven obligados a desplazar todos sus males a los viejos fantasmas –utilizando su propia jerga- y hacer del pecado la virtud. Viene a ser algo parecido a aquellos incendios de Galicia tras los que se manifestaron, no contra el gobierno, sino contra un PP que, sin comerlo ni beberlo, cargó con la cruz de algo que venía del otro lado. Tan del otro lado, que uno de los principales pirómanos detenidos resultó haber figurado en las listas municipales del PSOE. ¡Ay, uva de su vid! Así las gasta la izquierda cuando se sabe acorralada y amoscada…

Así, en un paroxismo de abyección, aprovechan para tirarse a las calles torvamente con sus puños enhiestos y tratar de apagar con sus voces tonantes las ascuas de una supuesta guerra civil con un contenido genético netamente yihadista. ¿Acaso Siria y la teocracia iraní no van a tratar de llevarse su trozo del pastel? ¿Es casualidad quizás que los chiíes iraníes estén apoyando a los suníes de Irak con sus ataques a los chiíes irakíes, aun siendo una contradicción?. Pero claro, la progresía, como siempre, parece no querer conocer el problema religioso de Oriente Medio y sí contentarse con apoyar el islamismo y destruir el cristianismo. Para ellos, es el Gran Satán norteamericano el elemento patógeno principal, y no el fundamentalismo providencialista que quieren –y según el islamismo y la sharia, deben- imponer al mundo.

Resulta vergonzoso que exista un sector de la sociedad tan maleable y dúctil que comulgue –y con gusto- con las ruedas de molino de un Gobierno furibundo que utiliza el paralogismo como cordel de cáñamo para atar el paquete de la mentira y la indecencia más fachendosa.

Buscas en Roma a Roma, ¡oh, peregrino!, y en Roma misma a Roma
no la hallas...

Tener ojos para esto...

lunes, 19 de marzo de 2007

¿UNA PAZ VIOLENTA?



Cuando Rodríguez Zapatero pone en solfa la supuesta transigencia democrática de ETA-Batasuna así como sus seráficas intenciones, sólo podemos plantearnos dos posibilidades: es poseedor de una atonía cultural mayúscula, o bien se muestra permisivo y condescendiente hacia la sangrienta realidad del movimiento nacionalista vasco.

La trufada imagen que nos trata de vender al resto de españoles alardeando de pacifismo y buena intención democrática por parte de los terroristas, no se ajusta con una realidad tan diáfana e incuestionable. Así, -y sirva de ejemplo- publica el diario ABC un artículo en el que amasa jirones de odio que no son más que el fruto de las tarambanas terroristas y la altivez triunfal que les supone saberse victoriosos de algo que parecía imposible.

De esta manera, podemos leer en el citado diario unas declaraciones puestas en negro sobre blanco en la página abertzale.org por el propio PTCV en las que se nos dice: "Los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones. Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por la violencia todo el orden social existente. También, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista”; unas líneas que perfectamente podrían ser sacadas de cualquier diario de Ho Chi Minh.

Pero al genuflexo ZP parece no importarle una realidad tan oscura. También es cierto que para un cobista de la II República y poseedor de la herencia genética de un partido nacido por y para el golpismo, que –incluso hoy día- sigue lisonjeando la revolución de Asturias como un acto de justicia democrática, resulte harto complicado hacerle amilanar por el olor de la sangre. El acondicionamiento es tan insondable…

El problema se agrava cuando la justicia permite pasar por el colador semejantes declaraciones de intenciones violentas y antidemocráticas y se maquilla la realidad dialécticamente. Como dijera el eximio filósofo Gustavo Bueno, el error adquiere volumen una vez que se transige con la realidad, desde la raíz hasta la copa. Esto es así cuando, por ejemplo, los medios se empecinan en llamar violentos a los propios etarras, rebajando su condición de asesinos y equiparándolos con un simple delincuente callejero que quema un contenedor, uniformando así el concepto de violencia. No señor, a las cosas por su nombre, dejándonos los eufemismos. ¿Y si los llamamos asesinos? ¿Y si los medios dijesen que Zapatero está negociando con unos asesinos con las manos manchadas de sangre? Ocurriría que sonaría a “realidad”, y los medios precisan descafeinar ésta para que entre así por las ventanas de las conciencias lo más suavemente posible. Así funciona la sugestión propagandística y así la digieren la mayoría de individuos narcotizados por los medios informativos. Nuestro Presidente sabe mucho del tema –herencia partidista nuevamente- y por ello utiliza todas y cada una de las debilidades de la psicología para varar en dique seco el barco de las pastrijas y tratar de perpetuarse en el poder.

Mal que nos pese, la tramoya propagandística de Zapatero está filtrándose entre la sociedad con una facundia desmedida, lo cual es un golpe a la democracia y un soplo de aire fresco para el terrorismo.

Si un paisaje sólo se conquista con la suela de los zapatos -como dijese Faulkner-, ETA-Batasuna están sabiendo medir el paso con rigor y paciencia, haciendo las veces de turiferarios del Gobierno para así ganarse su aquiescencia y plantar los pies en nuevas tierras de promisión. ¿Les suena?

domingo, 11 de marzo de 2007

AL ALIMÓN POR LA JUSTICIA



Ni sonó el Cara al Sol, ni se columbraron banderas franquistas, ni se apedreó la sede del partido de la oposición, ni se pasearon en andas los famosos símbolos preconstitucionales, ni arribaron a matacaballo en la Plaza de Colón…

Es de suponer que la izquierda más progresista contemplara semejante emblema de civismo, gallardía y respeto con el ceño fruncido y mordiéndose las uñas, mientras maquinaba el próximo ataque dialéctico a esa supuesta derecha neoconservadora y anticonstitucional. Y es que apuntan tan alto que no llegan; pero por suerte para ellos –y obstinación ramplona– conservan aún miles de flechas en sus aljabas. Para comenzar, el bueno de Pepe Blanco ya ha dado algún balido que otro respecto a la manifestación de ayer, hablando de la dignidad de las víctimas y cómo se ha pisoteado –¿sabrá lo que es la dignidad? ¿y una víctima del terrorismo? –. El mismo 10 de marzo, el Fiscal General del Estado, Conde Pumpido, cuestionaba la propia legalidad de la manifestación, al tiempo que destilaba una de sus gotas de sabiduría –que tienen más de cicuta que de estimulante– al decir que "deberíamos sentirnos orgullosos de nuestro sistema, porque al final hemos derrotado el terrorismo". Soltarnos semejante bernardina, eso sí que debiera ser ilegítimo. Y habrá quien lo crea, pues una mentira repetida mil veces se convierte en verdad a entender del pueblo llano. Resulta tan sencillo alimentar la nesciencia del ignorante…Lo cierto es que el PSOE intenta con más pena que gloria sacar los pies del lodazal en el que nos ha metido, y no importa darle redaño a su difuminada idea de la justicia y el Estado de Derecho. Pero la realidad política es muy otra, así que cada palo aguante su vela, a fin de reconocer el cabotaje llevado a la práctica por cada cual. Nada de aires victoriosos.

Respecto a la manifestación en cuestión, huelga decir que se pudo percibir ese ambiente denso y mucilaginoso que se siente en los momentos de cambio. Y es que el Partido Popular pareció verse dispuesto a resolver todas las disparidades de criterio que últimamente ha podido tener con a sus adeptos –o éstos con él–, y que, por fin, ha sabido quitarse la correa de los complejos y arrojarse de lleno a un piélago de vicisitudes. ¡Pelillos a la mar! Tras concitar a más de dos millones de ciudadanos –en general– y levantar la cerviz de sus simpatizantes –en particular–, podemos decir que comienza a alborear una incipiente realidad política a la que le tocará vadear el río del desorden y la inconstitucionalidad que ha dejado Zapatero y sus adláteres. Pero quien busca el peligro, en él perece; y la sensación que ayer se pudo percibir, respirar, palpar, y casi masticar, es que –como dijera Ortega y Gasset en su celebérrima frase en El aldabonazo–, ante el rumbo que Zapatero está marcando respecto al terrorismo, los españoles dicen a grito abierto: «¡No es esto, no es esto!»

Al margen de la progresía más sectaria y ortodoxa, la receta zapateril para acabar con los males acuciantes que padece España de terrorismo y opresión política, no es la que la voz de la razón dicta y determina, sino la del suicidio y la servidumbre. Y seguir pensando que hemos vencido al terrorismo cuando nuestro Presidente se ha bajado los pantalones ante ETA y les ha concedido un espacio de maniobra nunca visto, es –cuando menos– una postura cínica, fachendosa, oprobiosa e irresponsable. Máxime cuando el nuevo compañero de clase de Zapatero, Arnaldo Otegui, dice que la muerte de De Juana Chaos podría traer consecuencias negativas, o que sin Navarra no pueden seguir adelante. Rebajarse ante un salvaje disfrazado de demócrata resuelto y pacífico, cuando es uno de los especimenes más peligrosos y tarados de nuestro país –de los de a Dios rogando y con el mazo dando– es para cuestionarse la legitimidad del ejecutivo. Lo grave es que no podemos adscribirle un episodio de locura transitoria puntual, sino que siente verdaderamente y de buena fe, latir en su fuero interno la necesidad de ceder al chantaje terrorista y desmochar la esencia del Estado Español.

De esta manera, la izquierda radical, con sus turbamultas de jaraneros y algarabías paleozoicas, esconderá la cabeza bajo tierra como los avestruces durante una temporada, para que, pasada la nube negra, tome de nuevo el relevo y ataque con su mordacidad característica sabe Dios qué. Eso sí, siempre con los franquistas en la boca, para hacer gala ostentosa de tolerancia, respeto y talante. Quien sabe si –ante el nerviosismo de darse de bruces con el fracaso– montarán en cólera y volverán a apedrear la sede del Partido Popular, como tanto le gusta hacer al jabardillo del “caca, culo, pedo, pis, fascista…”. Ahí sí que veremos a nuestros queridos cineastas, artistas y todo ese rebaño de mansos recentales que caen de hinojos a sus pies, mientras que ayer se dedicaban a vaciar la faltriquera que han sabido llenar con la voz del sensacionalismo y la demagogia más punzante. Entonces sí que volveremos a ver esos símbolos preconstitucionales que tanto les gusta lucir –banderas republicanas, hoces y martillos…todo ello enseña insoslayable de millones de asesinatos a manos de sus propios próceres– y no los que tanto presumían que en la manifestación de ayer aparecerían.

En fin, no tardaremos en saber qué están preparando nuestros queridos y aleccionadores Manifestantes –con mayúsculas. Son de pro– para justificar las concesiones de un Zapatero que hace las veces de guardabosques convertido en cazador furtivo, y así vilipendiar a aquellos que han alzado la voz por la Constitucionalidad y el Estado de Derecho.

PONGAMOS PÒR CASO...



La ceguera voluntaria es la peor de todas las cegueras...

¿Quiénes son los obstruccionistas?

miércoles, 7 de marzo de 2007

EL MUNDO DEL REVÉS


A decir verdad, no tenía intención –ni ganas- de atizar el debate respecto a la política proetarra que está siguiendo nuestro iluminado Presidente, pero los hechos obligan.

Después de la alta felonía que Zapatero ha derramado sobre todos y cada uno de los españoles, las preguntas se suceden como hongos después de la lluvia. Y es que hemos asistido a uno de los hechos más luctuosos de la democracia española, al uncir el cuello ante el yugo del terrorismo y el nacionalismo patológico vasco. Además, no contento con hiperlegitimizar a ETA-Batasuna, ni con alentarles a la participación en las próximas elecciones, ni con adormecerse con cantos de sirena, ni con abrirles el peaje hacia la victoria, se saca de la manga la excarcelación de uno de los animales más peligrosos y sanguinarios de nuestro país. De esta manera, la película del terror se ha salvado con un "final con beso", puesto que los nefandos crímenes de Iñaki han sido gratuitos. Claro, para eso está la justicia radical: para exonerar a los malos y culpar a los buenos. El mundo del revés...

La celada que Zapatero nos ha colocado a todos los españoles para engañarnos como a chinos, ha servido para demostrarnos una vez más que el radicalismo –venga de donde venga- se da la mano y aúna fuerzas con tal de perpetuar el poder. Así, todo este embrollo en que nos ha metido ZP concediendo prerrogativas a una leva de terroristas que juegan a la democracia, no es más que una de sus sucias componendas electoralistas, a fin de cumplir con su caliginoso deber de conciencia y satisfacer a los separatistas-terroristas. Afloran así como tulipanes sus complejos y traumas guerracivilistas y franquistas al arrojar tinta de calamar sobre un sector de la sociedad apolítico o derechista, equiparándolos al viejo bando nacional. No importa desgranar España, siempre y cuando se vean atizados aquellos patriotas franquistas que –según él- son todos y cada uno de los liberales que no casen con su política. (“todo lo que hace el señor Aznar es franquismo puro”, decía Zapatero en el Parlamento. Sirva de orientación) Pero ante semejante pastrija debemos pasar los datos por el tamiz y -¡ay!, pobre nesciencia- advertir que las cuentas no cuadran, puesto que más patriota y más nacionalista es aquel que mata por una nación que no existe, que aquel otro que pone el grito en el cielo por un País que sí existe.

En España hemos vuelto a esa vieja idea inglesa de los Tudores de que los jueces eran “leones bajo el trono”; hemos vuelto a aquella anciana y pedestre fórmula de instrumentalizar la justicia convirtiéndola en un arma al servicio del Gobierno. No nos debe coger muy de nuevas, puesto que ha sido y será una de las enseñas principales del PSOE. Bien lo sabe nuestro nuevo justiciero Fernández Bermejo, la crema de la izquierda radical, que viene como anillo al dedo al actual proceso de rendición –no de paz. A las cosas por su nombre- tras su oposición a la Ley de Partidos y a la ilegalización del “Partido Comunista de las Tierras Vascas”, y siempre terne en su postura a la hora de subjurar la independencia de los jueces. Por ello y más, el problema de la política actual no es más que agua de borraja para el que otrora fuese el Simón Cirineo de Felipe González, o también conocido en todo el orbe como el padre del Terrorismo de Estado y la corrupción más ignominiosa de nuestro país. Sin embargo, el viento propone y la vela dispone. Y la vela de Bermejo ha dispuesto algo más grave de lo que cabría esperar. La excarcelación obedece a unas supuestas razones humanitarias y morales, ya que la vida de De Juana Chaos corría tanto peligro, que salió por su propio pie y sonriendo. Vamos, que ni los médicos han comulgado con ese peligro de muerte del que tanto se ha hablado. Una muerte política más bien...

Así, lejos de asumir el fracaso de su política, el PSOE vuelve a su táctica preferida: tiznar de fascistas –parecen desconocer que para ser fascista hay que ser socialista- a aquellos que defienden la paz, la dignidad, la justicia y la libertad, y arremeter sin contemplaciones, como si fuesen una caterva de lobos desmandados a los que no conviene tener en cuenta. Ya ven, nada nuevo bajo el Sol. Volvemos a sentir los ecos lejanos de Marcuse y compañía. Ya saben: “cuando los obstruccionistas se vuelvan demasiado irritantes hay que etiquetarlos como fascistas o nazis, y…” (sic).

Lo hemos visto después de cada una de las manifestaciones convocadas por el Partido Popular. Y es que parece que la calle es de la izquierda. Cuando ésta se manifiesta, es un acto de gallardía y reivindicación; cuando lo hace la derecha, se trata de franquismo. ¡Qué juicio!. ¿Dónde están esos cineastas, artistas, cantautores, panegiristas y plañideras de la izquierda más radical que se tiraban a la calle como borregos para “defender” la paz? ¿Acaso no se trata de un acto de buena fe democrática el hecho de alzar la voz como muestra de disconformidad ante la política proetarra llevada a cabo por el Presidente Zapatero? Ya nos vamos aclarando: las manifestaciones sólo son manifestaciones si las convoca la izquierda y podemos columbrar banderas republicanas y comunistas, ¿verdad?. Pues una mierda –con perdón-, sencillamente no tiene sentido. No es posible cuadrar el círculo ni echar humo por las orejas. La evidencia palmaria de que la política terrorista está hecha de rendiciones y concesiones no pasa por el colador de la constitucionalidad y la justicia, por lo que cualquier ciudadano en condición de tal, está en su sano derecho y obligación de quejarse con todas las de ley. Conviene realizar un ejercicio de sensatez democrática y aventar la paja del trigo. Zapatero y sus epígonos nos exponen en sus jaculatorias que la derecha también acercó presos. Evidentemente. Pero no podemos medir todo con la misma vara de rasero. El fulcro de los acercamientos de la derecha era, entre otros, evitar el asesinato de Ortega Lara, al tiempo que se producían detenciones a etarras de esas que no se contemplan durante esta legislatura. También conviene recordar que no se mantenía una posición de deferencia hacia ETA-Batasuna, o que el Partido Popular presentó nueve iniciativas entre 1986 y 1995 para pedir el cumplimiento íntegro de las penas de los terroristas, a las que el PSOE se negó, etc. Además que por aquel entonces seguía con vida el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, así como la posterior Ley de Partidos. Pero claro, el conformismo gregario cala rápido y hondo. Cuando Pepiño Blanco o Rubalcaba tratan de vendernos la burra con sus deletreas argumentaciones, muchos no pueden evitar soltar una leve y gozosa sonrisilla de conejo y escupir sobre el PP, pero pocos son los que entran en la reflexión. Y es que, como dijera Losantos: mansos y lanares.

Existe un proverbio árabe que nos dice: besa la mano que no puedas morder. Pues eso, precisamente eso, es lo que está haciendo Rodríguez Zapatero, al no poder –y no querer, más bien- morder la mano etarra, que precisamente es con la que paseará hasta las próximas elecciones. Una extraña simbiosis con la que ambos sectores radicales tratarán de perpetuarse en un poder ilegítimo, abyecto y surrealista, ayudados por un deleznable y ladino sistema judicial en plena fase de deshielo.

Y es que, -como dijera alguien- Zapatero tiene más obsesiones que ideas...

Bienvenidos al mundo del revés...

martes, 27 de febrero de 2007

A FUERZA DE ARRASTRARSE


«P.-¿Conocéis la fábula del inmortal autor de Los amantes de Teruel?
C.-No la recuerdo.
P.-Es muy breve. El águila real que anida en eminente roca, ve cierto día que un caracol de la honda vega había logrado llegar hasta su altura, y le pregunta, sorprendida:

¿Cómo con ese andar tan perezoso tan arriba subiste a visitarme?»
«Subí, señora-contestó el baboso-,¡a fuerza de arrastrarme!»

¿Podemos ser águilas?, pues a volar. ¿No podemos?,¡pues seamos babosos, pero arriba!»

Después de exornar este pequeño introito con unas líneas de José de Echegaray, vamos a engarzar los eslabones:

Pues bien, la última nueva que nos deja Zapatero –con ese donaire de hombre resuelto que le caracteriza– es que ha apreciado “elementos distintos” a anteriores declaraciones de Otegi. A renglón seguido, añade que "lo esencial es que la democracia tenga la seguridad de que la izquierda abertzale rechaza la violencia".
Esto, visto así, es como pedir cotufas en el Golfo. Además, por si fuera poco, el Secretario General del PSOE decía a los medios que “la oposición del PP es una desgracia para España", a lo que siguió: "no pone alternativas encima de la mesa y ha ido crispando su discurso". ¡Mirífica actuación! Sin embargo, nuestros queridos serafines dan la impresión de no querer recordar quiénes fueron los encargados de deglutir el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, así como la posterior Ley de Partidos. Si es que la memoria es tan selectiva que algunas veces se vuelve contra uno mismo.

Por su parte, la izquierda abertzale sigue igual de vatídica al anunciar una y otra vez que estarán en las próximas elecciones. Para ello, ya se vienen encargando de espetar con procacidad sus moralinas de aires venturosos por los distintos municipios del País Vasco, así como de enviar folletos en los que ilustran su programa político. Vamos, metidos en el papel hasta el tuétano. Y es que serán sangrientos, pero no tontos. Han sabido conocer al enemigo –convertido en “amigo”-, lo han estudiado y analizado con paciencia y rigor de taxidermista, hasta encontrar el momento más adecuado para mover ficha. Muy astutos, de eso no hay duda. De tal manera trabajaban los guerreros ninjas; pero no olvidemos que tanto unos como otros no dejan de ser asesinos de la cruz a la bola.

Pero el entorno de ETA sigue en sus trece a la hora de aventurarse a prometer una nueva era dorada en la política vasca. Del mismo modo alardean en sus arengas de ser una izquierda “progresista, pacifista y defensora de los Derechos Humanos”, en contraposición a ese supuesto fascismo que se encarga de obstaculizar sus manifestaciones ilegales. Esto, sinceramente, es en la práctica una forma más de tratarnos como verdaderos gilipollas y –además- amnésicos. ¿Después de tantos años de execrable acerbo creen de verdad que va a pasar por el colador semejante patraña? ¿Pacíficos? ¿Derechos Humanos? Y Hermanitas de la Caridad… Son tan pacíficos que Otegi mismo dijo respecto a la situación De Juana Chaos que "tiene que ser puesto en libertad" porque su muerte –amenaza– "nos situaría en una posición muy delicada”.

Algo falla en todo esto. Por lógica democrática, el ejercicio de la violencia es incompatible con la legalidad política. Así que, por tanto, –y duele tener que aclararlo- el mero intento de tomar parte en las próximas elecciones municipales siendo ETA-Batasuna el estandarte del terror en nuestro país, debería ser tajado sin contemplaciones de acuerdo a la Ley, pues lo contrario no sería más que una nueva tarascada garbancera al Estado de Derecho. Resulta vergonzoso ver cómo están sabiendo capear las normas de un juego que no les corresponde y cómo siguen adelante impávida y desaforadamente en busca de sus propias tierras de promisión. Claro que, ahora más que nunca, matar ha valido la pena. Y tanto...

Decía Novalis que destino y espíritu son nombres de un solo concepto. Así, el maridaje del bicípite ETA-Batasuna sólo ha de tener un destino: la ilegalidad.

Parece que apostar por el Principio de la legalidad se ha convertido en una maraña de sueños inalcanzables en este país.

martes, 20 de febrero de 2007

PONGAMOS POR CASO...


Pongamos el caso –nada ilógico– de que yo, comerciante de toda la vida al igual que mis padres, mis abuelos y todo un sinfín de generaciones anteriores, me dedico a vender frutas y hortalizas que yo mismo me encargo de sembrar, cosechar, mimar, recolectar y, finalmente, vender a mis vecinos. Como tengo un puesto pequeñito en mitad de la calle principal del pueblo, no me permito ofertas especiales ni nada por el estilo. Vamos, que casi vendo al ojo. La confianza da ese buen aire. Un día cualquiera, el alcalde, habiendo vivido, al igual que yo, todas y cada una de las disputas que su familia y la mía han tenido desde años atrás, decide que ha llegado el momento del desquite, por lo que propone a la Consejería de Comercio y Trabajo un nuevo proyecto que ponga fin a estas arcaicas costumbres comerciales. Finalmente, se aprueba una nueva Ley con la que me obligan a vender por unidades, algo insólito y absurdo. Este nuevo proyecto sólo me acarreará pérdidas, por lo que necesito darle una vuelta de tuerca a mi favor. Por ello, me saco de la manga una serie de valores añadidos en compensación al trabajo que he de realizar hasta que el producto llega al consumidor, pues no me puedo permitir perder dinero. El pueblo no lo tolera y se crea una cruzada contra mi pequeño negocio. Yo, bienquisto hasta entonces por mi nobleza y mi capacidad para el diálogo, intento con más pena que gloria hacerles ver a mis vecinos que lo último que querría sería estafarles, ya que realmente siento una vinculación meliflua con ellos, más allá de lo profesional, y que, precisamente por eso, tiene que existir una razón de peso que me obligue a ajustar las cuentas. ¡No quiero engañarles! Les explico una y otra vez el trabajo que realizo antes de que las papas y los pimientos caigan en sus manos, y también les hablo de mis cinco arrapiezos, queridos hasta entonces por todo el pueblo. Pero la obstinación que muestran no deja espacio de maniobra al razonamiento. Ahora todo son miradas desafiantes y aviesas. Las ventas descienden a un ritmo vertiginoso. No puedo hacer nada más; no puedo bajarme de la mula, pues ceder sería casi regalar. Tan sólo trato de hacer justicia al intrusismo opresivo de los legisladores. ¿Por qué disparan contra mí y no contra ese inverecundo alcalde que por viejos rencores me ha metido en este embrollo? Nadie me comprende…

lunes, 19 de febrero de 2007

EL FANTASMA HELLÉQUIN



El derribo que está ejerciendo Zapatero sobre la Constitución y, por tanto, sobre España, recuerda a la cacería fantástica emprendida –según la leyenda- cada noche por el fantasmal Helléquin, seguido siempre por su macabra comitiva de muertos, que ponían en fuga a los campesinos atravesando como un vendaval los caminos, cruzando bosques y aldeas, para llegar hasta la orilla del mar y hundirse entre las brumas hasta alcanzar, bajo las aguas, las mismísimas puertas del averno.

Del mismo modo, nuestro Helléquin autóctono actúa de igual para llevarnos así al huerto de sus intereses gracias a su feraz y ubérrimo ingenio, sin escatimar en daños políticos y falsías.

Nuestro Presidente “rojo, feminista y universal” –adjetivos reproducidos todos ellos por su aparato fonador– parece no querer poner los pies en polvorosa y sí seguir con sus laberintos de sueños infantiloides. Ya saben: tolerancia, diálogo, talante, memoria y respeto, excepto –claro está– con aquellos que no comulguen con sus ideas. ¡Pues lo de siempre!. ¿Es ese el talante de aquel que, inasequible al desaliento, busca la fraternidad mundial al arrobo de su indigesta Alianza de Civilizaciones mientras siembra la discordia en su propio hogar? ¿Es ese el respeto y el diálogo de aquel que se bebe los vientos desde el estrado ufanándose de hablar en nombre de la Verdad al tiempo que embrolla el sentido de la Historia? ¿Es esa la tolerancia por la que aboga aquel que confiesa que su mayor deseo cuando se retire es "dar algunas clases a los alumnos de Políticas, para decirles la verdad sobre este mundo" (sic) sin otorgar espacio de maniobra al diálogo? En resumidas cuentas: reflejo inalterable de ideas que van desde Lenin, hasta Hitler, pasando por Fidel Castro o Hugo Chávez.

Cabe ilustrar todo este despendole político con su empeño por jugar a la pídola con una Guerra Civil tan deformada y prosaica que sólo a sus deslumbrados adláteres convence. Así, para este Consejo de Guerra en el que se ha convertido el PSOE, desmochar la Guerra Civil es indisoluble en su programa de desgaste. Sus sucias tácticas de acoso y derribo demuestran que la España de Caín y Abel sigue respirando por sí misma, sin ayuda de bombas de oxígeno ni broncodilatadores, y que los años de posguerra hacen escala hasta nuestros días; aún rezuman odio y venganza todos y cada uno de los poros de la izquierda en su delirio guerracivilista de equiparar una derecha actual –que para más pecado, ni es derecha- al franquismo.

Zapatero apura a resolver con diligencia una deuda que –según él, sólo él- considera de obligación supina para que, por fin, España pueda descansar en paz y olvidar los desmanes que el franquismo nos dejó como legado hasta esquilmar nuestras vidas. Nada que ver, claro está, con la II República y sus valores, los cuales urgen rescatar para realizarles una terapia de choque, acomodarlos, darles cuerda y que comiencen a caminar de nuevo por nuestras tierras, cual miliciano en el 36 con fusil y gorro cuartelero. Esa es la idea de España –la de la II República- con la que tenemos que comulgar quienes preferimos la equidad, la tolerancia y la Amnistía. Pero para Zapatero, no debemos transigir ni siquiera con la dichosa Transición, pues no casa con su idea de España, una idea que –como dijo Calvo Sotelo- no puede hallar desde la propia constitucionalidad y que, por tanto, debe buscar en los años treinta. Venganza, venganza y más venganza. Pero no nos echemos las manos a la cabeza, pues perfectamente sabemos que Zapatero reconoció públicamente y a viva voz que los españoles que vivieron entre el 39 y el 75 eran “apátridas”. Apátridas a los que obligaron sublevarse contra los horrores republicanos; apátridas que tuvieron el valor de no arrodillarse ante la Unión Soviética, cansados de verse dilapidados por las mercedes y saqueos a la Banca en nombre del comunismo; apátridas que convirtieron a España en el décimo país más rico del mundo al socaire de un Francisco Franco que hizo las veces de rampa de despegue a una Transición que parasitó los restos de la Dictadura; apátridas que creyeron –sí, creyeron- en un sistema democrático.

Obviamente, los horrores fueron horrores y lo inadmisible, inadmisible es; pero para ambos bandos. Repito: am-bos. Nada tiene que ver esto con las palabras del Seretario General del Partido Comunista de España, Francisco Frutos, quien dijo que “no todos los muertos son iguales”. Mire usted que bien. Esa es la corrección y la superioridad moral de las escarlatinas.

A diferencia del haragán comunista Frutos, el historiador Hugh Thomas escribía: "Lo que se necesita ahora por encima de todo es un auténtico monumento en memoria de los caídos en la Guerra Civil. Deberían recordarnos el Yad Vashem de Jerusalén, un monumento sencillo y emotivo en honor a los que murieron en el holocausto de los años cuarenta. Los nombres deberán estar grabados en piedra, por orden alfabético. Deberían incluir a los que fueron muertos en Guernica, y a aquellos de Paracuellos. Deberían figurar asimismo los nombres de los clérigos asesinados junto a los de los masones, José Antonio junto a Companys" Esa es la manera de tratar democráticamente el problema de la Guerra Civil, y no la imposición de media España a otra media España, colocándose medallas a toro pasado. Lógico, ¿verdad?

Aunque parezca una broma de mal gusto, queda en evidencia que todavía existe un grueso de la población que pondría su vida en juego por un nuevo intento de formalización de la dictadura del proletariado. Lejos de eso, se conforman con rescatar los valores de la II República, unos valores impuestos ilegítimamente y a golpe de martillo. Tal como hoy, nada más lejos de la realidad. ¿Acaso el laicismo radical de Zapatero no es otra cosa que recoger el de la II República?(rezaba así):
"Las manifestaciones públicas de culto habrán de ser, en todo caso, autorizadas por el gobierno" A por ello vamos, en busca del desquite republicano.
Muestra inconcusa de que su laicismo no es más que un golpe de efecto a favor del republicanismo primitivo es su tolerancia respecto al islamismo. ¡Quiá! Mientras condena a la religión con más practicantes en nuestro país por representar la etapa más oscura de nuestra historia, Zapatero le abre las puertas de par en par -y con el pecho hinchado de placer- a un islamismo minoritario y de naturaleza fanática, llegando a facilitar su enseñanza en los centros educativos públicos. Para entenderlo mejor: los españoles no tenemos derecho a estudiar la religión cristiana –mayoritaria y de enorme raigambre- y sí tenemos que cubrir las enseñanzas de una minoría. Sencillamente, las cuentas no salen. O todos o ninguno, mire usted.

A veces olvida que en este barco navegamos todos; que sigue siendo Presidente de lo que aún se puede llamar Es-pa-ña; que, aun cayendo de hinojos ante su cabezonería -y sinvergonzonería-, el humanismo krausista no es la elección del pueblo; que más allá de sus creencias sectarias, esto de llama democracia…

Pero ¿qué podemos esperar? Me sumo a eso de “el que a los veinte años no es de izquierda: no tiene corazón; el que a los cuarenta sigue siéndolo: no tiene cabeza”. Se puede decir más alto, pero no más claro. En este país muchos han perdido ya la cabeza.

¡Qué grosera astracanada la que venimos soportando los españoles! ¡Qué luctuoso final nos espera!. Final, ¿cuándo? ¿El próximo mes de mayo? Posiblemente. ¿Marzo de 2008? Sin duda. Confiemos en el grado de civismo de una media España que aún cree en los valores de la democracia. Entró de rondón y saldrá de patadas.

Si la ideología no es más que un boceto, unos esbozos de la persona, ahora, más que nunca: liberal y hasta el tuétano.

lunes, 5 de febrero de 2007

SABINO ARANA & HITLER


Dijo Freud a Gustav Jung en la misiva con la que pondría fin a sus famosas correspondencias que "aquel que dice de él que es normal mientras muestra un comportamiento anómalo, despierta la sospecha de que carece de conciencia de enfermedad". ¡Bang!. A eso se le llama meter el dedo en la llaga y hasta la tercera falange.

Del mismo modo, decía, por ejemplo, Sabino Arana: "la fisonomía del vizcaíno es inteligente y noble; la del español, inexpresiva y adusta. El vizcaíno es de andar apuesto y varonil; el español, o no sabe andar, o si es apuesto, es tipo femenil. El vizcaíno es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos". Y un descomunal etcétera, etcétera que por tamaño, peso, envergadura, pestes y peligros bacteriológicos no conviene ni siquiera columbrar, pues no están las cosas para tirar puentes.

Si buscamos el nudo ciego entre las cuerdas de Freud y el adocenado padre del nacionalismo-patológico vasco, vemos que –efectivamente– el asunto se trata de algo mucho más complejo y delicado, que escapa a las manos de la justicia –si es que aún queda de eso en España– y que más bien debería ser escudriñado bajo el prisma de la psiquiatría. Sabiendo así del procreador de tan enfermizas ideas, podemos saber, por extensión, de qué renquea toda la turba pro-etarra, abertzale, católico-terrorista y demás subespecies separatistas de la misma laya que, en su inmascerible delirio, aguardan a dormir su particular sueño de los justos.

En estos momentos me pasa por las mientes el celebérrimo tribunal de los tumultos, también conocido como tribunal de la sangre. ¿Por qué será? Y eso que le tengo poca ley al Santo Oficio… En fin, en boca cerrada no entran moscas. A lo que íbamos

Lo verdaderamente grave llega cuando el deliro de grandeza se institucionaliza y gana neófitos en tropel. Llegados a ese punto, conviene rascarse la cabeza, llamar a la serenidad, imitar a los individuos razonables y trazar un plan de emergencia. Pero cuando en lugar de buscar soluciones, se le da cuerda…la hecatombe está asegurada y el negocio sale redondo. A la vista está cuando Arzalluz alaba y defiende con su característica virulencia la figura del finado nazi Sabino Arana, elevándolo una y otra vez a la categoría de mártir; así como cuando el lehendakari Ibarretxe –henchido de placer– corre el velo de las plaquitas conmemorativas al nacionalismo vasco en un conato de Führer. De hecho, conviene subrayar el paralelismo tan exacerbado que podemos encontrar entre los escritos de Arana y el prolijo Mein Kampf de Hitler. El eje radial, el intríngulis, la médula neurálgica de un nacionalismo y otro es la demencia proselitista. Por ello, cuando nos encontramos con una generación de desharrapados mentales imbuidos por unos ideales tan baladíes, lo único que nos cabe esperar es un magnicidio a la democracia, la convivencia y el normal desarrollo de la vida social.

Todo lo que sea concederles espacio de maniobra a los separatistas no es más que un suicido –recordemos que el suicidio, por el mero hecho de serlo, es vo-lun-ta-rio–
Por tanto, ya pueden pedir, llorar como críos, retorcerse de dolor, implorar, hacer huelga de hambre que, señores, "al César, lo que es del César" .

No obstante, estos indómitos terroristas en agraz seguirán cantando en su propia jaula. Pero ya se sabe, las razones han contado siempre menos que las tradiciones.

Las flamígeras llamas del Hades seguirán reclamando sus cabezas.

viernes, 26 de enero de 2007

LA MAFIA LENINISTA CONTRAATACA


Vivimos en el mundo del revés. Las constantes fluctuaciones de ICV and company hacen del panorama político algo más parecido a una pintura de El Bosco o un film de Woody Allen que a una verdadera democracia.

Así, siguiendo con este juego, podemos argüir que el okupa, ese exegeta de las líneas de la convivencia y la moralidad, queda a millas náuticas de ser un holgachón –en las buenas- y un delincuente –en las menos buenas-; el okupa, por añadidura, es sometido a un escarnio público fruto de las tarambanas de la ignorancia popular y que, sin lugar a dudas, debe ser enmendado cuanto antes para así hacer justicia al Estado de Derecho; el okupa -Inma Mayol dixit- debe ser regulado por la vía civil, para que así sean justificados legítimamente sus destrozos a la propiedad privada ajena, -ese derecho que recoge la Constitución Española- y no sea un mero movimiento subversivo. Por todo esto y más, podemos concluir y afirmar ecuménicamente que la casa okupa no es más que un cenáculo de artistas que actúan conforme a las de la Ley, lejos de esa imagen caótica que tenemos. Punto. Y pasamos página, sin más.

Pues bien, este es el hedor a URSS que desprende Cataluña en estos momentos. Tantos y tantos triunfos conseguidos por la vía democrática y de acuerdo al Estado de Derecho a lo largo de la historia, se desmoronan –como lo hacen los tabiques de esas céntricas viviendas una vez que caen en manos okupas- al socaire del paternalismo soviético que ejerce la dictadura Zapateril. Así, nos encontramos con una inversión en los roles del Estado, que en lugar de salvaguardar los derechos del ciudadano, entre los cuales se encuentra el derecho a la propiedad privada, los atropella mediante la vía de la fuerza silenciosa, llegando –por ejemplo- a la requisa de pisos desocupados cuyos propietarios compraron con años de trabajo y sacrificio humano, para rendirlos a los pies del salvajismo okupa como si se tratase de una ofrenda floral por su lealtad al movimiento radical. No es más que un mecanismo de gratitud y compensación por los esfuerzos parejos que Gobierno y radicales realizan día a día.

Podemos utilizar como ejemplo el caso de la tercera teniente de alcalde del ayuntamiento de Barcelona que, en avenencia con su superior Joan Saura, se declara religiosamente antisistema y pro-okupa. Antisistema con coche oficial, dietas, y un emolumento anual de algo más de cien mil eurillos de nada. Así, ¿quién no se apunta a la moda de declararse antisistema?. Sí, sí, en la línea de todos y cada uno de los titiriteros sensacionalistas que cada domingo nos hacen llorar con sus moralinas en La2, con la serie Otro mundo es posible, y que al igual que Mayol, critican ferozmente al capitalismo, declarándose -además de antisistemas- aguerridos defensores del movimiento okupa. El mismo muladar, distinto collar.

Una pequeña -pero nutritiva- muestra es la del "artista" Manu Chao, que desde su eximia intelectualidad y solidez ideológica nos insta a dejar de comprar en sus conminatorios discursitos para así acabar con la pobreza en el Tercer Mundo y, de paso, con el capitalismo –dos pájaros de un tiro-. Eso sí, "no dejen de ir a mis conciertos, por favor", le falta implorar entre dientes al bueno de Chao, un pobre explotado de los de carné. Ante tal destello de conocimientos y decoro no podemos hacer más que arrodillarnos con fe ciega y obedecer como perritos falderos.
Como anécdota, cabe destacar también que esta lumbrera con ínfulas de Ché Guevara tiznaba de payasos a los políticos. ¡Qué eclosión de sabiduría teñida de sarcasmo! Normal, si es un artista...

Tanto Manu Chao como Mayol deberían dejar de jugar a ser Peter Pan y Wendy respectivamente y tomarse las cosas con algo más de aplomo. No pedimos mucho, tan sólo el que –como mínimo- le corresponde a sus edades físicas. Por lo demás ya se sabe: a los perros, longanizas...

Estos son los desmanes sociales que acarrea el tan aclamado igualitarismo bolchevique y que pretende incinerar uno de los derechos fundamentales de todo ser humano, como es el derecho a la propiedad privada. Así, nos encontramos ante un Estado bananero que, tenedor en ristre, se halla dispuesto a devorar sus propias entrañas a fin de satisfacer las necesidades de un sector de la sociedad que vive con ojos en la espalda, y al que no le importa rociarlos con gas mostaza para no ver así realidades tan evidentes como pueden ser el totalitarismo, el fracaso y la pobreza que trae en sus vagones el tren –de vapor, eso sí- del marxismo-leninismo.

Los cuervos ya graznan…

lunes, 22 de enero de 2007

EL MILAGRO DE LOS PECES



Resulta curioso poder observar cómo la progresía bienpensante ha tomado las riendas del mal llamado tercermundismo para darle unas coordenadas totalmente falaces y partidistas, convirtiéndolo en una mera ecolalia vacía. Lo grave de todo este fenómeno es que su proselitismo natural les conduce a un comportamiento carroñero y cicatero, llegando a maquillar la realidad con tanta mezquindad que roza extremos lancinantes. Pero claro, por suerte y razón de ser, existe un grueso de población sumamente importante que nos negamos a pasar por semejante horca.

La zoquetera historia de cafetería que nos tratan de vender los medios informativos electoralistas, la ONU, así como infinidad de ONG’s que parasitan el bolsillo del contribuyente, se sostiene en un elemento que hace las veces de dogma de fe: el capitalismo que todo lo puede porque todo lo roba

Para esta izquierda amazacotada, la raíz de tanta miseria y hambre se halla en un sistema económico que, paradójicamente, nos ha brindado un nivel de vida y desarrollo sin precedentes. Por extensión, la famosa globalización no hará sino acentuar una pobreza ya crónica en el tercer mundo, y un desarrollo insostenible en occidente gracias al robo y la explotación de los países menos favorecidos. Otra de las muchas "perlas de sabiduría" que nos suelen regalar es que la colonización los condicionó de por vida a la pobreza extrema, olvidando –o ignorando- que en Asia existen multitud de excolonias que han acabado con la pobreza y el hambre gracias al capitalismo. Pero cuando se trata de manipular a la opinión pública…no importa pasar por alto realidades tan ilustrativas para así poder seguir con su cruzada anticapitalista. No obstante, estamos obligamos a plantearnos una pregunta: ¿Realmente es fruto del capitalismo la situación actual de África?

Si deshilvanamos la madeja poco a poco, nos damos de bruces con datos llamativos que echan por tierra todas y cada una de las argucias que la élite progresista nos mete entre pecho y espalda con sus sucias arengas.

Actualmente existen multitud de organismos encargados de alimentar el desarrollo del tercer mundo mediante planteamientos económicos netamente capitalistas que conviene advertir:

Así, impulsado por la descolonización, nació el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo; para coordinar la reconstrucción económica europea. Pero, sin embargo, su mandato se extendió rápidamente para invertir en la infraestructura de países en desarrollo. El papel del Banco Mundial era asegurar que se diesen las condiciones para el desarrollo del mercado. Es decir, financiaba la creación de la infraestructura no existente requerida para el desarrollo de la economía de mercado. El tercer mundo cuenta con abundante tierra, mano de obra y potenciales recursos naturales, pero lo que necesita desesperadamente es capital. Sin capital, los mercados quedan paralizados o, incluso, son inexistentes. He ahí unos de las piezas claves del movimiento tercermundista; pues para toda esta caterva de solidarios filantrópicos la salvación se halla en una mayor ayuda económica directa, sin más, en lugar de generar el capital necesario para la creación de un mercado libre capaz de interactuar con el exterior.

Podemos utilizar ejemplos notorios de lo que ocurre cuando ese mecanismo es llevado a cabo sin un sistema jurídico que garantice la viabilidad de semejantes ayudas:

En Ghana, Kwame Nkumah tuvo en sus manos la posibilidad de darle al país una libertad económica nunca vista. ¿Qué fue lo que falló? Pues, sencillamente, falló lo que falla en África: la burocracia. Corrupción, nepotismo, prebendas políticas, sobornos, desviación de fondos de ayuda internacional a las arcas privadas...Así, Nkumah obtuvo grandes riquezas personales, pero acentuó la pobreza del país. No contento con esto, ocurrió otro de los muchos males generalizados por el llamado “socialismo africano”. Poco tiempo tardó en declarar a Ghana como una República, autoproclamándose Presidente, y llevando al cadalso a sus adversarios políticos. Así, quedó varado en dique seco el proyecto más gigantesco que se pudo realizar en África. El proyecto del Río Volta coincidía perfectamente con la teoría del desarrollo. El embalse pondría en marcha los eslabonamientos ascendentes y descendentes de la industria –tal como lo hiciera la Tennesse Valley Authority en los Estados Unidos del New Deal-, postulados por los economistas y que otorgarían a Ghana su independencia económica. Sin embargo, la corrupción echó por tierra las esperanzas de un país que sucumbía ante la miseria. Así, quedaba evidenciado que el problema de estos países era también interno. La corrupción y el derroche en inversiones de dudoso éxito con los fondos de ayuda externa era algo demasiado frecuente. Los grandes economistas del momento llegaron a una conclusión: el problema comenzaba por casa. Las dictaduras socialistas son el verdadero vórtice de pobreza en el tercer mundo, dato que, generalmente, suele ser despreciado por los progresistas.

Por otro lado, la Corporación Financiera Internacional, afiliada al Banco Mundial, con especial focalización en el sector privado, estaba tratando de promover el flujo de fondos hacia los mercados de valores emergentes. Así fue como Antoine Van Angtmael se unió al CFI y promovió éste tipo de inversiones, en lo que él mismo bautizaría como mercados emergentes. La idea fue vista como una locura, pero lo cierto es que en 1996, la capitalización mundial de estos mercados era del 11%, cuando 10 años antes tan sólo lo era del 5%. Algo funcionaba.

Para ilustrarlo mejor, volamos hacia Asia:

A finales de los años 80, de los diez principales bancos del mundo, ocho eran japoneses. Sin embargo, debemos tener en cuenta que a finales de la Segunda Guerra Mundial, la situación era caótica y no ofrecía esperanza alguna. En los años 70, la población japonesa ya tenía los llamados “tres tesoros sagrados”: televisor, lavadora y frigorífico. Tan sólo veinte años después, tres empresas japonesas lograron transformar un invento estadounidense de cincuenta mil dólares, en un producto de consumo de masas de quinientos dólares. Hablamos de la grabadora de video, VRC. ¿Casualidad? Todo menos eso.

Corea del Sur, por su parte, era sumamente pobre. El PIB no alcanzó los 100 dólares hasta 1963. Los continuos ataques de una Corea del Norte comunista empeñada en hacerse con su vecina, no hicieron más que sumir al país en un miedo cerval y una economía inexistente. No obstante, siguieron el modelo económico japonés, pese al odio que les tenían por los cincuenta años de invasión. Gracias a eso, Corea del Sur se encuentra hoy día entre las naciones más industrializadas del mundo.

Taiwán, al igual que Corea del Sur, eran producto de la guerra fría y la insidia del comunismo. Durante ese período, la ayuda externa de los Estados Unidos fue de suma importancia; posibilitó a Taiwán invertir en equipamientos y pagar sus importaciones. Otro claro ejemplo de cómo los Estados Unidos y el capitalismo han hecho las veces de comadrona a una economía bebé que apenas respiraba.

A tenor de lo visto, tenemos motivos de sobra para mirar con recelo a todos esos que abogan por un mayor intervencionismo estatal.

Fiedrich Hayeck ya había demostrado en su obra Camino de servidumbre, que la implantación de un sistema de economía centralizada deriva necesariamente en un régimen totalitario, pues la eliminación del derecho de propiedad y de la libertad de interaccionar con el resto de la sociedad es una agresión tan brutal a la esencia misma del ser humano, que sólo a través de su imposición bajo un régimen de terror es posible llevarla a cabo. Todos los ensayos prácticos de las teorías marxistas han dado como resultado pobreza, miseria, terror y océanos de sangre. Es hora de darle el relevo a un capitalismo no tan salvaje como lo pintan y mucho más eficiente que cualquier modelo económico centralizado e intervencionista. Sin libertad económica no hay libertad individual, por mucho que se empecinen los marxistas en demostrarnos lo contrario. A la vista está su reacción cuando le rozan el bolsillo...

El Dr. Friedman trató de sintetizar sus fuertes críticas al gasto público y la creciente intervención estatal en el proceso productivo, con una maravillosa parábola, que dice así: "si uno gasta su dinero en uno mismo, se preocupa mucho de cuánto y cómo se gasta; si uno gasta su dinero en otro, sigue estando muy preocupado de cuánto se gasta, mas no tanto de cómo se gasta; si uno gasta el dinero de otro en uno mismo, no se preocupa tanto de cuánto se gasta, pero sí de cómo se gasta. Sin embargo, si uno gasta el dinero de otro en terceros, uno no se preocupa mucho de cuánto, ni de cómo se gasta".

El capitalismo es el único sistema que hace posible la existencia de una amplísima, casi hegemónica clase media. Mientras tanto, los antiglobalización se declaran preocupados por las desigualdades, la explotación infantil, la miseria, y bla, bla, bla...todo ello derivado –claro- del robo capitalista. ¡Basta ya!. Sí, basta ya -por ejemplo- de alimentar a todos y cada uno de esos gorrones que viven de sembrar el odio capitalista y el amor tercermundista con sus perogulladas, como si los demás no quisiéramos un tercer mundo sin hambre y penurias; tachándonos, además, de inhumanos e insolidarios, cuando lo único que deseamos como personas -tanto o más que muchos de ellos- es un mayor pragmatismo, algo que queda a kilómetros de este batallón de chupatintas que no hacen más que ponerle la manzana en la boca a las dictaduras socialistas africanas. La libertad de mercado garantiza más prosperidad que cualquier modelo marxista. Miremos hacia aquellas democracias incipientes de Asia con economías homologables a las occidentales y preguntémonos con la mano en el corazón: ¿Merece la pena seguir con esta cruzada anticapitalista cuando hemos asistido a uno de los mayores milagros de la economía mundial?

Menos pancartistas antiglobalización con línea ADSL y teléfono móvil 3G, y un poquito más de seriedad, por favor. El libre mercado ha evidenciado con sus mecanismos de ajuste automático que podemos y debemos romper con la mano oculta del Estado, permitiéndonos ello equiparar una mayor libertad económica a una reducción de la pobreza en los países en desarrollo. ¿Por qué negarlo?. Ya podemos ir piafando...

viernes, 12 de enero de 2007

¡POR EL TERRORISMO!. HASTA LA VICTORIA...



Consabido es en todo el orbe la necesidad de creer con fe ciega en la supuesta liberación del pueblo palestino para así recalar en los estratos superiores de la alta alcurnia progresista. Para ello no importa lo más mínimo tener un ápice de conocimiento histórico objetivo. Lo verdaderamente trascendente es caminar por el derrocadero -con pasito quedo y al son de los balidos- junto al resto de la rebañega, para así, a la sombra de la providencia, alcanzar ese estatus de superioridad moral.

Para estos corderitos con piel de lobo –y camiseta del Ché-, su ventana de información más diafana es la televisión: medio fidedigno, para nada de corte marxista y, por extensión, antiamericano, como dicen las malas lenguas. Y es que claro, ¿para qué vamos a perder el tiempo abriéndonos a otras realidades cuando tenemos a nuestro pleno alcance una televisión completamente apolítica?.

De no ser por ella, nadie habría tenido constancia del famoso genocidio de Jenín: "holocausto palestino" en el que –paradójicamente- murieron más israelitas que palestinos y que, por añadidura, tuvo que ser desmentido como tal incluso por la mismísima ONU; o de esas imágenes en las que invisibles (invisible: que no puede ser percibido por el sentido de la vista) hordas de soldados israelíes sedientos de sangre y armados hasta las trancas, arrasan a empellones el milenario estado palestino, víctima de una ignominia sin precedentes; o de los campos de refugiados palestinos de Chatila y Sabra, donde no fueron precisamente los judíos los que descargaron sus fusiles…

Sí, así se las gastan los medios "pro terrorismo" cuando se trata de manipular a la población con fines políticos. Pero digámoslo en sordina, no nos vayan a tachar de fascistas y...

Así pues, el ludibrio al que someten constantemente al pueblo palestino tiene que ser repesado mediante más violencia, como defienden altos dirigentes –y negligentes- de la democracia parlamentaria europea. Por ello, las cáfilas de insidiosos palestinos que a diario vemos montar en cólera ante el descarado latrocinio geográfico lanzado en nombre del sionismo, están perfectamente justificadas y purgadas de todo pecado. Y no sólo eso, sino que los medios informativos, en connivencia con la OLP, la ONU –perejil de todas las salsas- y, como no, -por analogía y sintonía- las beatíficas ONG’s, sienten latir en su fuero interno la imperiosa necesidad de mostrar al mundo la verdadera cara de la satanización yanki, en nombre de la justicia, la libertad y la verdad. ¡Quia!

Porque no nos engañemos: nadie señalaría a Israel con el ceño fruncido y echando espuma blanca por la boca si éste no recibiera el apoyo norteamericano. De hecho, nadie alzó la voz y se tiró a la calle a manifestarse por la ocupación egipcia de la franja de Gaza, por ejemplo. Pero si lo tocan los judíos los polos se invierten y…las calles humean.

Pero que no nos sorprenda: comunismo, Lenin, Ché, Fidel, Ho Chi Ming, Mao...Tantos y tantos terroristas sanguinarios y sádicos han sido -y son- defendidos por la jet-set izquierdista que, naturalmente, los guerrilleros palestinos no podían ser excepción.

Desgranemos aún más el asunto...

El despendole de la tramoya palestina fue emitido por la cadena CBS. En el video –de lo más estrambótico- se ilustran perfectamente las enredosas pastrijas que sacan a colación nuestros queridos programas informativos. Sin irnos por las ramas: infinitos casos de jóvenes terroristas arafatianos fingiendo ser disparados por el ejército israelí, quedando "al desnudo" en la siguiente secuencia, en la que se puede ver cómo en este caso coloca su mano en la pierna contraria a la que se suponía que había tenido lugar el trágico disparo. No se puede pasar por alto la evidencia del montaje cuando aparecen las ambulancias y los cámaras ipso facto. Pero tranquilos, que si les sabe a poco…traigo en la aljaba más y mejores nuevas. Por ejemplo: un edificio vacío al que le dan el sentido de estar repleto de soldados israelíes –para eso están los actores y los extras-, es rodeado por una muchedumbre armada, hasta que, de repente, uno de los radicales palestinos lo asalta al más puro estilo Rambo, entrando a matacaballo y fusilando a todo aquello que se mueva ante sus delirantes ojos. Sobra decir que lo máximo que pudo conseguir fue levantar una humareda de polvo en el tísico edificio.
Pero el clímax del documento lo encontramos cuando, en medio de una de esas carreras funerarias tan famosas en las que el mártir es llevado a hombros por un rebaño de terroristas que se deshacen en alaridos, el supuesto fallecido –nótese el adjetivo supuesto- cae de la caja cuando escuchan disparos ultramontanos y salen despavoridos. Pasado el peligro, sencillamente, vuelven a colocar al actor en su cajita y ¡ale!, a vendernos la burra a las occidentales.

Esta es la mendaz realidad que se masca en oriente medio, tan postiza como sus circenses orígenes, y que apoyan nuestros radicales izquierdistas defensores de la paz, tan ternes en su postura como ciegos. No estaría de más un poco de información real sobre la historia en Oriente Medio para dejar de convertir a los palestinos en carne de grey.

La ignorancia...el nuevo opio del pueblo.